Sobrevivir a los tópicos muertos.

Y mi vida rima con tu nombre. Y me da igual que mis poemas no seas asonantes ni consonantes. Que yo le doy al verso libre. Porque libres somos todos. Aunque al final terminemos siendo esclavos de nuestras palabras. Pero hoy es lunes, y mis palabras solo hablan de ti. De ti, y de lo loca que me vuelves. Y la locura si que es uno de los mejores versos. Porque al fin y al cabo a todos nos convendría dejar ser tan cuerdos de cabeza y corazón. Porque muchos tenemos el corazón en armaduras de hojalata. Como soldaditos de plomo. Plomo en los zapatos, que nos impide seguir hacia delante. Y ojala estuvieras tu delante mía. Y basamos la vida en ojalas que no se cumplen. Cuando lo que deberíamos de hacer es dejar de cumplir las reglas. Porque las reglas solo oprimen pensamientos. Pensamientos que nos hacen grandes. Aunque a veces solo nos gustaría volver a ser pequeños. Pequeños los ideales de muchos. Y grandes los de muy pocos. Pocos lo que hacen algo por cumplir sus sueños. Sueños que son arrastrados por la corriente. Y la corriente mueve masas. Masas que giran en torno a los más fuertes. Y fuertes deben ser nuestras voces para gritar por la libertad. Libertad de expresión. Y la expresión de mi cara cuando te tengo cerca siempre cambia. Y cambiar el mundo esta en nuestras manos. Manos que recorren tu espalda. Como se recorre una carretera sin mirar atrás. Atrás dejaremos nuestros miedos. Miedos que solo nos hacen cobardes. Y la cobardía callara nuestras opiniones. Aunque si no tienes nada que decir mejor te callas. Y entonces vendrá el silencio. Y en silencio me acuerdo de ti. ¿Por qué? Porque mi vida rima con tu nombre.