Principios.

Hace ya bastante tiempo, aunque no sabría deciros exactamente cuanto, que intento contaros esta historia. No obstante, pese a que he buscado por tierra, por mar, debajo de los puentes, en los andenes de metros, en las calles mas transitadas de Madrid e incluso en un país muy pequeño, donde solo existen personas pequeñas, nadie, absolutamente nadie, ha querido contar mi historia. Bueno, por ahora es mía, pero en unos instantes, pasará a ser nuestra, o o incluso vuestra, o quizás solo de unos pocos. Pero, ¿por donde iba,?, Eso es....que nadie quiere contar la historia (usare el articulo indefinido que por ahora es lo más fácil) Todos los que escuchaban mi petición se negaban. Nadie parecía querer ser el narrador. Y mira que antes estaba muy de moda ser narrador, y ya cuanto decías narrador omnisciente la gente flipaba. Podían estar fumándose un canuto, y con un pie aquí y otra en Marte, que saltaban como leones en plena caza para conseguir esa historia. Y sin embargo, ahora, nadie quiere narrar. Vaya sociedad de mierda estamos creando. La gente no quiere involucrarse en historias ajenas, les da miedo cagarla, y que los protagonistas vengan con una bazoca a desmembrarles el cerebro. ¿Qué cerebro cojones? Si ahora todos carecéis de eso.

Así que, aunque lo he intentado, la única solución que puedo ofreceros, es contaros yo mismo la historia. Eso sí, quizás os tenga que pedir ayuda, porque no es tan fácil como parece, narrar y recordar al mismo tiempo. Aunque quizás, lo malo de esta historia, es que si debería serlo.

Pero bueno, como ya decía otra gente,

que nada tienen que ver con esta historia,
empecemos por el principio.