Vivir soñando, la vida práctica es un lio.

A veces la sociedad tiende a poner etiquetas. Vivimos en un mundo etiquetado. En un mundo de cobardes en el que la gente no sabe simplemente VIVIR. Y yo lo entiendo, lo comprendo y lo respeto. Vivir no siempre es fácil. Dejarse llevar sin rumbo fijo a la deriva a veces suena demasiado fantasioso. Que digo fantasioso… arriesgado, peligroso, descontrolado. Y claro en ocasiones resuelta algo complicado ver belleza en esos adjetivos. Si nacemos, nos reproducimos y morimos con la idea fija de conceptos fijos bajo definiciones fijas, es difícil dejarse llevar. Y no todos estarán de acuerdo en aquello de que dejarse llevar suena demasiado bien. Para algunos solo producirá estados continuos de jaquecas y mareos. Y vivimos enpastillados, bajo los efectos de píldoras de felicidad universal, cuando la felicidad es única. Y no siempre el amor de cuento de hadas es lo que tú necesitas. No siempre todos debemos crecer esperando a nuestro Romeo, algunos necesitamos un Paris o simplemente una Julieta. No siempre el amor esta relacionado con la relación. Ni siempre el amor va a estar a la vuelta de la esquina. Hay demasiados matices en todo lo que hacemos, demasiadas comillas, demasiadas acotaciones como para englobar. Como para resumir en un párrafo las leyes de la vida. Como para etiquetar lo correcto de correcto y lo descabellado de locura mental de tercer grado. Asíque que lo mejor sin duda alguna es vivir tu propia vida. Marcando tus signos de puntuación necesarios, cometiendo tus propias faltas de ortografía, y haciéndole caso al correcto ortográfico, cuando a ti, encantadoramente, te de la PUTA GANA.