Valientes de nombre y apellido.

domingo, 21 de octubre de 2012

Se llama Geminis, las dos caras, el orgullo y la pasión.


 
 
Y sí, mi nombre es Anastasia. Encarcelado bajo un Ana de tres letras. Me etiquetan de adolescente, ese periodo deslocalizado entre ser niño y ser adulto. A las puerta de los dieciocho y con toque de queda a la una. Fotógrafa sin gran angular y con antecedentes penales de fotos yo espejitos, metamorfosee del picnic. Peco de exceso de contraste y brillo. Escritora y poeta de la generación del Whatsapp. Carezco de métrica y a veces de inspiración. No publico, bloggeo. Amante de los Beatles, más allá de Lucy in the sky y Yellow submarine. Tengo camisetas de Pink Floyd y nirvana y sí, se que no es una marca. Táchame de modernita, yo te tachare de pertenecer a la generación de “la película es mejor que el libro”. Oledora de libros nuevos y después devoradora. Fan de crepúsculo. Pero sobre todo de stephenie Meyer. Twittera de sentimientos, no de mi vida personal las 24 horas del día. Cinéfila, de aquellas de guardemos un minuto de silencios por esas grandes películas.  Hitchcock debería hacer un corto sobre mi trastorno bipolar. Géminis, creo en el Karma no en la suerte. Medica frustrada con fobia a la sangre. Dibujante frustrada de corazones con forma de culo. No he nacido en la generación que me corresponde, soy una hippie ochentera reencargada en una gaditana morena con frustración de pelirroja. ¿Mi estado de tuenti? Citas de Rap. Y sí, lo escucho, no desde siempre pero ¿Nacen lo MC diciendo “se que provoco morbo máximo cuando vuelvo al ejercicio con un clásico”? Me extraña. No soy española, soy humana. Toda la política no es más que mentira. Y los políticos no hablan, mienten. Enferme de timidez y lo voy superando. No me medico soy fuerte. Me como las uñas, me crujo los dedos. Táchame de hiperactiva, yo solo se que quiero comerme el mundo. Romántica y ninfomanía, difícil complementación. Pero en esta vida nada es fácil. Soy realista. Eso si, criadora de unicornios que veranea en Hotwart y pasa las navidades en Narnia. ¿Contradictoria? No lo niego. Y sarcástica. En esta vida hace falta mucha ironía. Y Risas. Y esa, sin duda, es mi droga favorita.

1 comentario:

Dejame aprender de ti.