Con el tiempo, te das cuenta de demasiadas cosas.
Te das cuenta de lo cómodo que es tumbarse en la curva de
ciertas sonrisas.
De que los héroes llevan ropa de andar por casa.
De que en un minuto se puede crecer, follar y enamorarse.
De que solo los gatos tienen siete vidas.
Y de que el amor, siempre estará en boca de todos (y ojalá
que pronto entre las nuestras)
Con el tiempo, te das cuenta que la vida no es ningún
teatro.
Que no hay actores, ni secundarios, ni protagonistas.
Que en ningún momento se baja el telón.
Que los trenes que esperamos, se desvían demasiado de
estación.
Y que en la vida, para no perder el autobús, lo mejor es ir
andando.
Con el tiempo te das cuenta que los recuerdos, solo dejan
cicatrices, si luchas contra ellos.
Que ciertas historias solo florecen en primavera, y que el otoño,
también desea que le recibas en tu cama.
Te das cuenta que acariciar el mundo, es mucho más fructífero
que comérselo.
Que subir los escalones de dos en dos, implica llegar antes
a la azotea, y que la vida, a grandes velocidades, a veces causa vértigo.
Con el tiempo te das cuenta que los imposibles, como los
sueños, están para retarlos.
Y que las vistas, son mucho mejores, cuando nos paramos a
observar. (Desde el lado izquierdo-derecho de tu cama)
Con el tiempo, de das cuenta de muchas cosas, incluso que el
tiempo, con el tiempo, pone cada sonrisa en su lugar, en mi cara, aunque sea
desde el lado izquierdo-derecho, de otra cama.
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